lunes, 28 de mayo de 2007

La memoria de Dios.


Pienso en la luz, que nos permite ver, al llegar a nuestros ojos. Se mueve a 300.000 kilómetros por segundo (una velocidad inimaginable). Nos permite ver cosas cercanas, nuestras propias manos, o lejanas como las estrellas. Sin embargo, aunque se mueve tan rápido el universo tiene distancias tan grandes, que hacen que, si salimos por la noche a ver la luna, la luz de la luna tarde 1,2 segundos en llegar, la del sol unos 8 minutos y la de Próxima Centauri (la estrella más cercana) más de cuatro años.
Esto me hace pensar en nosotros la otra noche, en aquella plaza. Era el cielo claro, transparente, se veían las estrellas. Estábamos recostados en el pasto abrazados y mirando arriba, tocándonos. Después nos besábamos indiferentes a todo. Alguien salio a un balcón con cortinas rojas enfrente y nos vio un instante. Más arriba, las estrellas inmutables se encendían y apagaban, también indiferentes a todo.
Nuestra luz que salió de nosotros esa noche, llego primero al balcón, luego más arriba hasta un pájaro nocturno, que volando nos vio. Nuestra luz siguió, se fue al espacio, 1,2 segundos después, alguien con un potente telescopio nos podría haber visto desde la luna, 8 minutos más tarde, desde el sol... Y esa imagen, de dos personas besándose sigue viajando por el espacio, a 300 mil kilómetros por segundo, al infinito, durante años. Decenas, cientos, miles, millones de años; una imagen de dos personas besándose viaja al infinito.
Los novios habrán envejecido, se habrán lastimado (o no), se habrán abandonado (o no) o ya habrán muerto, pero su imagen seguirá eternamente viajando, hasta el fin del tiempo.

Un momento, un fragmento. un segundo nuestro, de nuestro pasado, está viajando ahora baya a saber por donde; y nos estamos besando allí, de alguna forma, para siempre. Una foto inmortalizada.
¡Es!... ¡Es un inmenso esfuerzo no? Mantener esa imagen viajando por siempre... un gigantesco esfuerzo del universo entero expandiéndose llevando una imagen en las entrañas del espacio hasta lo que sea el final.
¿Cuál es el fin de todo eso? ¿Tiene sentido? ¿O es simplemente un monumental y eterno despropósito? ¿Solo un gasto de tiempo, luz y energía, inmenso e inútilmente absurdo?
O quizá (y es una fútil esperanza) esa luz, imagen viajera sea propiamente la "memoria de dios". Eterna, infinita, fría, inhumana e incomprensible como el mismo.
Visto así, escuchar el sonido de las estrellas con complejos aparatos astronómicos y tener gigantescos telescopios espaciales, buscando, buscando y buscando siempre con la casi certeza matemática de la inutilidad del esfuerzo, las señales de vida de otros seres, indudablemente ya extintos, muertos, no es mas que un acto piadoso.
El último y único acto posible con el que podemos reafirmar nuestra esperanza de que algún día, una extraña especie, tal vez, con mucha suerte, haga lo mismo por nosotros, y a su forma a su vez nos oiga, nos redescubra, y con algo de su asombro al vernos nos resucite un poco. Imagine el sabor de ese beso, tu tibio aliento húmedo y el calor de los cuerpos. Y así, aunque no lo sepamos nunca, el largo viaje de nuestra imagen habrá tenido por fin un destino.

Algo nos quedara. Cuando no tengamos nada, cuando no quede nada, nuestra imagen, la tuya y la mía, de eternos amantes en un beso será también eterna, viajando por siempre, después de todos los fines, único rastro en la eternidad.

domingo, 13 de mayo de 2007

¿Cómo saber si es duro?

Curiosidad útil

¿Cómo saber si es duro? (sin romperlo)

Estaba completando éste mes y encontré con que tengo espacio que no se como completar. Decidí por lo tanto desempolvar la creatividad tanto tiempo en desuso y escribir una nota que resulte de alguna utilidad al sufrido lector.

Pase largas horas devanándome el cerebro pensando sobre qué tema escribir y, a consecuencia de tanto esfuerzo intelectual, al llegar la noche, me atacó el hambre, irrefrenable.

Para solucionarlo voy a la heladera con la idea de comer uno de los huevos duros que dejé preparados desde anoche y ahí surge el problema sobre el que al final termino escribiendo.

Encuentro que en la heladera han mezclado los cuatro huevos duros de ayer con otra media docena sin cocinar. El problema es: ¿Cómo identificar cuales son los huevos duros?

Por suerte yo conozco la manera de identificarlos, y esto es lo que les paso a describir a continuación…

Como descubrir cuál es un huevo duro y cuál uno blando en 3 pasos

1. Tome el huevo del cual desee saber si es cocido o no.

2. Apóyelo en una superficie plana de la cual el huevo no corra riesgo de caerse (yo uso el piso).

3. Una vez apoyado en el suelo (o donde lo haya puesto) hágalo girar y girar y girar. Tiene que hacer que gire de forma que cuando lo deje siga dando varios giros por un tiempo hasta detenerse.

4. Antes que se detenga frénelo por un instante apoyando un dedo sobre el huevo. Es importante para la prueba que detenga totalmente el huevo pero por un periodo de tiempo muy breve, solo una pequeñísima fracción de segundo.

Bueno, una vez realizado esto ocurre una de las siguientes dos cosas:

1. Si el huevo era un huevo duro, el mismo queda detenido luego que usted levanta el dedo con el que lo detuvo. ¡Y sabemos que es un huevo duro!

2. Si se trata de un huevo no cocido, el mismo volverá a girar solo, como por arte de magia, ni bien usted levante el dedo (¡Cruz diablo! !Aijuna! ¡Milagro!)

La explicación

A esta altura usted se preguntará por qué el huevo sigue girando, y la explicación no es que el huevo haya tomado voluntad propia de girar (¡Dios nos libre!), ni que se trate de un huevo extraterrestre girador, ni que usted se haya vuelto loco ni nada de eso, no se preocupe.

La explicación es más simple, solo se trata de que si el huevo esta crudo, en su interior permanece en estado líquido, al hacerlo girar, usted hizo girar todo el huevo, incluido el líquido de su interior (yema y clara). Al detenerlo, si lo detiene por un brevísimo momento, solo se detiene la cáscara. Pero dentro del huevo la clara y la yema siguen girando, haciendo que la cáscara vuelva a girar un poco más cuando levanta su dedo del huevo.

Si se hubiera tratado de un huevo duro, al detenerlo con el dedo, habría frenado a todo el huevo, incluido su cáscara e interior que se encuentra en estado sólido.

Bueno, y esa fue la nota. Espero que sea de gran utilidad en su cocina. Recomendamos que si se pone a experimentar con huevos girando en el suelo espere un momento de estar solo para hacerlo o lo realice en la intimidad de la familia, para evitar incurrir en situaciones vergonzantes delante de extraños.

Este fotolog no se hace responsable por daños que pudieran ocurrir al realizar movimientos con los huevos durante el experimento, ni por la mala utilización de la información incluida en esta nota.

Fe de erratas: al fin eran más de 3 pasos.