al pasar me dijo un precio que no podía entender
y los borrachos que del bar enfrente la miraban
hacían su comentario animal
y el sarcasmo de Dios
cantando y regalando folletos
la palabra
al lado "todo por dos pesos"
pero la prostituta casi desnuda
las inverosímeles tetas
y el indisimulable rasgo varonil de todas esas caras
creo,
pero la prostituta tenía botas altas
y pantalón ajustado
y repetía a todo el que pasaba
un precio que no se puede entender
y los borrachos con el gesto bestial
en las caras
y los payasos de Dios, los arlequines
de la palabra y
Dios en todas partes y yo
con mi memoria
sin comprender la noche
tibia madrugada.
